Juanjo Abregu, un joven que embruja a todos con el sonido de su violín y sorprende con su voz algo rasposa que parece salida del mismísimo monte santiagueño. Pero Juan José Abregu nació en Las Talitas, un pueblo a las afueras de San Miguel de Tucumán y se crió nada menos que en la ciudad de Buenos Aires, cuando sus padres llegaron allí para trabajar en el Hospital Rivadavia, donde él también se desempeña como enfermero hace más de una década. Luego de acompañar a Martín Paz durante un tiempo, formar parte de la Instrumental Salamanquera y compartir escenario con referentes como Néstor Garnica, Bruno Aries Raly Barrionuevo y Peteco Carabajal, entre tantos otros, Juanjo edificó su proyecto solista, se fue convirtiendo en un verdadero fenómeno de las peñas folklóricas y comenzó a pisar fuerte en festivales. Todo un suceso para un joven con una historia de esas que son dignas de una película.